viernes, 26 de mayo de 2017

“El humanismo siempre triunfa” Steven Pinker

Steven Pinker es uno de los científicos más importantes del mundo. Estará en el Hay Festival de Cartagena y habló con SEMANA.
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.El científico, Steven Pinker, uno de los científicos más importantes del mundo, es famoso por su audaz teoría de que la humanidad hoy vive el tiempo más pacífico de su historia. Estará en el Hay Festival y SEMANA habló con él, entre otras cosas, sobre la paz.

En 2012, Steven Pinker publicó un libro que lo hizo popular en todo el mundo, pero que también lo convirtió en blanco de críticas e, incluso, de burlas. Se trata de un mamotreto de 1.200 páginas titulado Los ángeles que llevamos dentro. Allí, este lingüista, psicólogo experimental y experto en ciencias cognitivas canadiense revisa las estadísticas de los actos de violencia registrados en miles de años y expone una tesis atrevida: los tiempos de hoy son los menos violentos de la historia.

No solo eso. También dice que la Segunda Guerra Mundial está lejos de ser el conflicto con más muertos y le exige al mundo, propenso al fatalismo y al pesimismo, reconocer los logros que ha alcanzado la sociedad. “El declive de la violencia puede ser el más significante y menos apreciado desarrollo en la historia de nuestra especie”, escribe.

SEMANA: ¿Cómo le explicaría a una víctima del conflicto armado su teoría de que la violencia está en declive?

STEVEN PINKER: Le diría que Colombia no es el único país en la Tierra y que el hecho de que hayan vivido tanta violencia no afecta la conclusión de que el mundo, en su conjunto, hoy es menos violento que antes. Colombia ha sido una excepción, pero la tendencia que describo se basa en estadísticas.

SEMANA: La reciente masacre de ‘Charlie Hebdo’ hace pensar que su teoría es lejana de la realidad.

S. P.: La violencia siempre existirá y sus víctimas siempre sufrirán. Pero mis observaciones sí tienen que ver con la realidad. Hoy millones de personas saben que la probabilidad de morir en un tiroteo o en una guerra civil es mucho más baja que antes. Sucesos como el de París significan un retroceso, sí. Pero los mismos colombianos saben de lo que hablo: hoy la guerra en su país es menor y los homicidios se han reducido.

SEMANA: ¿Le va bien con una teoría optimista en un mundo más bien pesimista?

S. P.: Bastante bien. Sé que en la Casa Blanca conocen mi tesis y que líderes de otras naciones la han citado. Y a mí eso me alegra porque sé que hay mucha gente que piensa que no hay nada que el hombre pueda hacer para mejorar la sociedad. Yo revisé registros históricos y advertí que nuestros ancestros, de hecho, tuvieron mucho éxito al luchar por disminuir la violencia.

SEMANA: Hace poco publicó un artículo en que se refiere a Colombia como modelo de reducción de violencia. ¿Cuánto sabe del país?

S. P.: Me interesa desde que lo visité por primera vez en 1976. Tengo un amigo, a quien conocí en la universidad, y también mantengo correspondencia con una amiga en Medellín. La última vez fui en 2011. Esta semana vuelvo para el Hay Festival, y en 2016 iré otra vez por invitación de la Universidad de los Andes. En el artículo actualizo las estadísticas de mi libro, y ahí es obligatorio hablar de Colombia, en particular, de la caída de los homicidios en Bogotá y Medellín.

SEMANA: ¿Cómo ve la paz con las Farc?

S. P.: Es un proceso necesario. En cierto momento, toda sociedad se da cuenta de que llegó el instante de dar un paso atrás y ver la violencia como un problema a solucionar, en vez de una competencia a ganar. Pienso que ustedes ya tienen una capacidad de análisis suficiente para saber qué es lo más beneficioso.

SEMANA: ¿Cuál podría ser un aporte de las humanidades a un eventual posconflicto?

S. P.: La ciencia permite dos cosas. Te hace sentir seguro de que lo que dices es verdad y te permite ser preciso. Solo así es posible entender por qué pasa lo que pasa. Muchos de los avances históricos han surgido de argumentos humanistas: las ideas contra la esclavitud, contra la guerra, contra la tortura… De ahí el valor de la discusión intelectual y la importancia de que quienes toman decisiones valoren ese debate. No es una coincidencia que las sociedades más brutales sean siempre las que más reprimen la libertad de expresión.

SEMANA: ¿En qué momento la humanidad entendió que debía aplacar la violencia?

S. P.: No hubo un solo momento. Piense en historias como la de quien mata a alguien en una taberna por un insulto, que comenzaron a bajar en Europa ya en la Edad Media. Pero hoy por hoy hay lugares en el mundo donde aún impera la anarquía y asesinatos de ese tipo siguen presentándose. Luego, está la violencia institucional, es decir, la de quienes le aplicaban la pena de muerte a un simple ratero, que empezó a reducirse después de la Ilustración. Y también está la violencia de las guerras, que solo vino a reducirse tras la Segunda Guerra Mundial.

SEMANA: ¿Y la discriminación sexual?

S. P.: Esa es otra forma de violencia e incluye, por ejemplo, la persecución de los homosexuales y las agresiones contra las mujeres. Esto solo empezó a caer en los años sesenta o setenta.

SEMANA: ¿Eso significa que, mientras que la violencia en el mundo caía, Colombia entraba de lleno a la guerra?

S. P.: Sí, y eso tiene que ver con tres cosas concretas. Lo primero, la falta de control territorial del Estado. Lo segundo, el comercio ilegal. Donde hay contrabando hay anarquía, y ahí la gente no puede poner demandas, ni llamar a la Policía, sino que usa la fuerza. El tercer factor fue la Guerra Fría. Las batallas ideológicas entre los extremos políticos condujeron a guerras civiles en todo el mundo. Después de 1989, los conflictos fueron cesando. Pero Colombia ha tardado.

SEMANA: Usted dice que la educación ha sido clave para disminuir la violencia. ¿Cómo explica que algunos jefes de las Farc, que estudiaron en universidades, terminaron incurriendo en terrorismo?

S. P.: Hay ideas que pueden impulsar la violencia y, por lo general, son ideas tóxicas. El marxismo es una, y el nacionalismo y el fundamentalismo religioso también lo son. Lo interesante de esto es que, a largo plazo, la fuerza destructiva de esas ideas las hace desaparecer y permite la sobrevivencia del pensamiento humanista. En otras palabras, el humanismo siempre triunfa.

SEMANA: En su libro usted habla de una “racionalidad colectiva” que le ha permitido a la humanidad controlar sus impulsos violentos. ¿A qué se refiere?

S. P.: Hoy sabemos que en todos los países la gente con el paso del tiempo, y sobre todo en el siglo XX, se ha vuelto más inteligente. La ciencia conoce este fenómeno como el efecto Flynn y lo atribuye a la educación y a los esfuerzos por alfabetizar a la gente. Yo pienso que ahí yace buena parte de la explicación de por qué la violencia ha disminuido. 

SEMANA: ¿Aparte de la educación qué más ha contribuido a eso?

S. P.: Otros factores son el surgimiento del Estado, que monopolizó el uso de la fuerza, y de las ciudades y el comercio, que obligaron a la gente a relacionarse sin agredirse. Al final, lo que sucedió es que las sociedades fueron entendiendo que vale la pena conservar las ideas que les traen beneficios. Casi siempre, se trata de ideas que aplacan la violencia.

SEMANA: ¿Y cómo cabe ahí el fenómeno del Estado Islámico? ¿Es un retroceso?

S. P.: El declive de la violencia en el mundo no es un proceso mágico que envuelve a la Tierra y la hace de inmediato más pacífica. Y pienso que el Estado Islámico sí ha conducido a un revés, pero pequeño: nos ha llevado atrás unos diez años. Pero quiero decirle algo. En el mundo hay 200 países y viven más de 7.000 millones de personas. Si uno se pone a buscar a los más violentos, pues los va a encontrar. De hecho, ese es un problema del periodismo a la hora de entender el mundo.

SEMANA: ¿Cómo así?

S. P.: Los periodistas, casi por definición, seleccionan con pinzas un hecho violento y atraen la gente a él. Así producen una distorsión del mundo y no permiten una visión general. Hay lugares como Angola, Mozambique, Timor Oriental o Sri Lanka donde las guerras terminaron y por eso allá no tienes un reportero con una cámara diciendo que aquí no se ha matado a nadie.

SEMANA: Basado en lo que sabe de la historia de la violencia, ¿cómo será el futuro?

S. P.: Solo un tonto haría predicciones seguras porque la verdad es que hay demasiadas posibilidades de que ocurran sorpresas desagradables y nadie sabe cómo serán. En general, sin embargo, las tendencias son positivas. A medida que los países sacan a su gente de la pobreza y acaban con las guerras civiles, las tasas de violencia se reducen. Y no dude que cobrarán más y más importancia las campañas para reducir la violencia contra los niños, las mujeres y los homosexuales. nSteven Pinker es uno de los científicos más importantes del mundo, famoso por su teoría de que la humanidad hoy vive el tiempo más pacífico de su historia.
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Tomado de;
http://www.semana.com/nacion/articulo/steven-pinker-el-humanismo-siempre-triunfa/415660-3

Los 14 consejos de Bill Gates a los recién egresados

El hombre más rico del mundo aconsejó a los jóvenes que acaban de terminar la universidad sobre lo que él haría si estuviera en su lugar.
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Bill Gates nunca terminó la universidad. El fundador de Microsoft estudió dos años en Harvard y abandonó la carrera para dedicarse de lleno a la empresa de computadores que acababa de fundar junto a Paul Allen. Sin embargo, su carrera como director de la compañía de computación más grande del mundo y filántropo ha sido tan exitosa que las nuevas generaciones de futuros emprendedores lo buscan constantemente a pedirle consejos.
Por esta razón, y aprovechando que es temporada de graduaciones en Estados Unidos, Gates se dirigió a todos los nuevos profesionales alrededor del mundo. Con una retahíla de mensajes por Twitter y un mensaje que publicó en su blog personal, el multimillonario felicitó a la promoción del 2017 y les ofreció algunos consejos para su futuro.
El magnate le recomienda a los recién graduados cuáles cree que son las mejores oportunidades laborales en este momento, la importancia de apreciar el talento de los demás y por qué hay que positivamente sobre el mundo.
“Los recién graduados me piden muy a menudo consejos. Y a riesgo de sonar como este chico...”, empieza Gates, enlazando la famosa línea de la película El graduado en la que el señor McGuire le recomienda a Benjamin, interpretado por Dustin Hoffman, meterse al negocio de los plásticos.
“Inteligencia artificial, energía y ciencias biológicas son campos prometedores donde puedes hacer un gran impacto. Es lo que miraría en este momento”.
Según el mismo Gates dijo en su blog Gatesnotes.com, “apenas comenzamos a descubrir todas las maneras que la Inteligencia Artificial hará a las personas más productivas y creativas. Hacer energía limpia, asequible y confiable será esencial para combatir la pobreza y el cambio climático. Y las biociencias están llenas de oportunidades para ayudar a las personas a vivir más y más saludables”.
“Al recordar el momento en que dejé la universidad, veo que hay algunas cosas que me hubiera gustado saber”
.“Por ejemplo, la inteligencia toma muchas formas distintas. No es unidimensional. Y no es tan importante como solía pensar” 
El magnate confiesa que en sus primeros años al frente de Microsoft creía que “si podía escribir un gran código, podía manejar bien a la gente o un equipo de marketing o cualquier otra tarea. Tuve que aprender a apreciar los diferentes talentos de las personas. Entre más rápido entiendas esto, más rica será tu vida”.
“También tengo un gran arrepentimiento: cuando dejé la escuela sabía muy poco acerca de las desigualdades en el mundo. Me llevó décadas aprender de ello”.
En su blog, Gates confiesa que no aprendió esto hasta cuando viajó con su esposa, Melinda Gates, a África. “Estábamos impactados por lo que vimos. Nos sorprendió mucho que millones de niños estuvieran muriendo de enfermedades por las que nadie se preocupa en los países desarrollados. Pensamos que era la cosa más injusta del mundo y que no podíamos esperar en hacer algo al respecto”.
“Tú sabes más que yo cuando tenía tu edad. Puedes empezar a luchar contra la desigualdad, ya sea en la calle o alrededor del mundo, y cuanto antes mejor”.
“Mientras tanto, rodéate de personas que te desafíen, que te enseñan y te empujen a sacar lo mejor de ti. Tal y como hace @MelindaGates conmigo”.
“Como @WarrenBuffett, yo mido mi felicidad en base a la gente que me rodea que me hace sentir feliz y amado, y por la diferencia que logró crear en los demás”.
“Si pudiera darles a cada uno de ustedes un regalo de graduación, sería este, que es el libro más inspirador que he leído jamás”
Es el libro “Los ángeles que llevamos dentro” escrito por el psicólogo experimental Steven Pinker en 2011, que trata del declive de la violencia en el mundo moderno. Pinker argumenta que, en contra del popular adagio de que ‘todo tiempo pasado fue mejor’, hoy en día la erosión de los valores asociados a la familia y la religión y el surgimiento del individualismo y el pensamiento cosmopolita ha conducido a una sociedad vez menos violenta.
“En el libro, Pinker nos muestra cómo el mundo es cada vez un lugar mejor. Podría sonar como una locura, pero es verdad. Este es el momento más pacífico en la historia de la humanidad”.
“Esto es muy importante, ya que si tu crees que el mundo está mejorando, vas a querer difundir el progreso y las mejoras a más personas y lugares”
“No significa que debamos pasar por alto los serios problemas que estamos enfrentando. Esto sólo significa que tú crees que puede ser resuelto”.
“Esta es la parte central de mi visión del mundo. Me sostiene en tiempos difíciles y es la razón por la que amo mi trabajo. Creo que podría hacer lo mismo por ti”.
Finalmente, Gates termina sus consejos con una nota positiva: “Estamos en un momento maravilloso para estar vivos. Y espero que lo aproveches al máximo”.
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Tomado de
http://www.semana.com/educacion/articulo/bill-gates-consejos-para-recien-egresados-universitarios/526429