lunes, 7 de octubre de 2013

“Colombia, una democracia de orangutanes con sacoleva”

SEMANA: ¿Habrá paz en Colombia?
JAMES ROBINSON: En Cuba están trabajando duro, pero no estoy seguro de que vaya a haber un acuerdo. En el fondo, el problema no son las Farc ni el gobierno, sino los colombianos que no admitirán una paz 
 que les permita a los guerrilleros quedar libres sin aceptar sus crímenes, sin pedir perdón, sin un proceso de justicia y paz.

SEMANA: Pero si se firma la paz, ¿qué beneficios habría para la sociedad?
J.R.: Por supuesto sería algo bueno, pues la guerrilla ha causado sufrimiento y ha deslegitimizado ciertas formas de hacer política, sobre todo de izquierda. Eso podría cambiar. Y algo más: el gobierno podría usar el desarme de la guerrilla para consolidar el territorio nacional.
SEMANA: No parece muy convencido…
J.R.: Es que no es una coincidencia que Colombia cobije la industria de la droga y que aquí operen una viejísima guerrilla junto a varios otros actores armados. Esto es el resultado de la forma como está organizado el Estado. Aquí el centro, incluido el presidente, debe negociar con los dueños del poder en las regiones. El Estado nunca ha estado en la capacidad de ejercer un control normal sobre grandes partes del país, y así surge un vacío enorme, donde faltan la ley, las políticas públicas, la infraestructura…

SEMANA: Usted está dedicado a estudiar el caso colombiano. ¿Cómo explica que las cosas sean así?

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J.R.: Tiene que ver con las reglas de juego. Este país funciona de una manera muy particular. En La Silla Vacía hay un artículo, por ejemplo, sobre cómo la Navidad pasada el presidente Santos fue a Cartagena a comer sancocho con Piedad Zuccardi. Todo el mundo sabía que ella estaba en aprietos con la ley. Entonces, ¿qué hacía el presidente con ella? La respuesta es que estaba asegurando su poder en Bolívar. 

SEMANA: ¿Cómo ve el futuro del país?

J.R.: En Colombia hay cambios, pero lentos. La Constitución de 1991 fue uno. Otro fue el ‘no’ de la Corte Constitucional a la segunda reelección. ¿Qué otro país de América Latina habría sacado a Uribe del poder? Sin embargo, en 20 años las cosas no van a haber avanzado mucho pues nadie tiene la fórmula para quebrar el poder tradicional. 

Antanas Mockus lo intentó, pero su obra se vino abajo. Políticos como Sergio Fajardo quieren cambiar las cosas mostrando que se puede ser popular con buenas políticas y transparencia, pero habrá que ver si logra institucionalizar sus ideas. Colombia me hace pensar en James Madison, uno de los padres de la Constitución estadounidense, que escribió: 

“Si los hombres fueran ángeles, no se necesitaría de un gobierno. Si los ángeles gobernaran a los hombres, tampoco se necesitarían controles externos o internos”. Los problemas llegan cuando los gobiernos son aquellos de “hombres sobre hombres”. Y Colombia no ha podido solucionar este problema. Estoy seguro de que si Madison hubiera conocido a La Gata, habría dicho: “Si las personas fueran ángeles…”.
  
SEMANA: ¿Un acuerdo con las Farc podría cambiar estas mecánicas?

J.R.: No. Pero les daría a los colombianos la oportunidad de tomarse en serio ese problema y solucionarlo. Y me parece que nadie lo está haciendo. El presidente Santos maneja un discurso para causar impacto por fuera del país, pero no está arrojando resultados adentro. En Urabá no se ha terminado un solo caso de restitución de tierras. El Estado nunca ha tenido autoridad en Urabá, ¿por qué piensa ahora que puede restituir tierras allá?

SEMANA: Usted está enterado de lo que pasa en La Habana. ¿Qué haría distinto para manejar el proceso?

J.R.: Lo que el gobierno hace es inteligente. Está usando las negociaciones como una oportunidad para proponer políticas que son buenas para el país, pero que nunca serían posibles políticamente. Y algunos en el gobierno entienden que la negociación ofrece la posibilidad de hacer una transformación social. Eso es brillante. Pero hay un problema grave: la aplicación de esas reformas. Tengo un amigo colombiano, un distinguido economista y servidor público, que suele decirme: “Tú, que eres politólogo, responde esta pregunta: ¿por qué está tan contenta la gente de que hayan pasado una ley que no se puede implementar?”. Habla de la Ley de Víctimas.
SEMANA: En Harvard, usted escribió el ensayo ‘Colombia: ¿otros cien años de soledad?’ donde señala a los responsables de esta situación: las elites. ¿Por qué?

J.R.: Hay todo tipo de elites: oligarcas, empresarios, terratenientes, delincuentes, matones… Y varían dependiendo de la región y el tipo de personaje. Por ejemplo, Zuccardi en Bolívar, los Suárez Mira en Bello, Antioquia, o en el pasado Jorge 40 en Cesar. Los políticos deben negociar con gente como ellos para poder actuar. ¡Esto es demente!

SEMANA: ¿Se puede meter en el mismo saco a delincuentes y oligarcas?

J.R.: Hay una frase magnífica de Darío Echandía: “La nuestra es una democracia de orangutanes con sacoleva”. Hay orangutanes como el Alemán, el Cebollero y Pablo Escobar. Están los orangutanes de sacoleva, por ejemplo, los grandes grupos empresariales, dueños de monopolios y carteles. Y hay una elite entre el orangután y el orangután en sacoleva, donde están personajes como La Gata o Piedad Zuccardi. Lo inquietante es que en Colombia todos los orangutanes puedan convivir. Ellos son los dueños de lo que yo llamo un ‘gobierno indirecto’. Entonces, si usted es un político y quiere poder, probablemente deba relacionarse con estos personajes, reunirse con ellos, mandarles mensajes…
Otro ejemplo es el fallecido Víctor Renán Barco. En Bogotá, andaba con el Economist debajo del brazo, pero en La Dorada encarnaba al clásico comprador de votos. Esta paradoja me interesa muchísimo, y ahí podría yacer una respuesta a la pregunta de por qué Colombia no sale de sus problemas.

SEMANA: ¿Un acuerdo con las Farc podría cambiar estas mecánicas?

J.R.: No. Pero les daría a los colombianos la oportunidad de tomarse en serio ese problema y solucionarlo. Y me parece que nadie lo está haciendo. El presidente Santos maneja un discurso para causar impacto por fuera del país, pero no está arrojando resultados adentro. En Urabá no se ha terminado un solo caso de restitución de tierras. El Estado nunca ha tenido autoridad en Urabá, ¿por qué piensa ahora que puede restituir tierras allá?



SEMANA: Usted está enterado de lo que pasa en La Habana. ¿Qué haría distinto para manejar el proceso?

J.R.: Lo que el gobierno hace es inteligente. Está usando las negociaciones como una oportunidad para proponer políticas que son buenas para el país, pero que nunca serían posibles políticamente. Y algunos en el gobierno entienden que la negociación ofrece la posibilidad de hacer una transformación social. Eso es brillante. Pero hay un problema grave: la aplicación de esas reformas. Tengo un amigo colombiano, un distinguido economista y servidor público, que suele decirme: “Tú, que eres politólogo, responde esta pregunta: ¿por qué está tan contenta la gente de que hayan pasado una ley que no se puede implementar?”. Habla de la Ley de Víctimas.

SEMANA: Para sus investigaciones usted entrevistó hace poco tiempo a un exparamilitar. ¿Le preguntó por la paz?

J.R.: Hablé con el jefe de las autodefensas alias MacGuiver y le pregunté qué opina del proceso. Él piensa que debe haber un proceso real, donde las Farc acepten su responsabilidad por las cosas que han hecho, y piensa que la verdad se debe conocer. Para él, el tiempo que ha pasado en la cárcel y la forma como ha tenido que confrontar a las víctimas han sido cosas positivas porque así ha podido reflexionar sobre sus acciones en las autodefensas. Según MacGuiver, las Farc deberían pasar por este mismo proceso.

SEMANA: La firma de un acuerdo sería un momento histórico y podría dejar una huella en la sociedad. ¿Usted cree en esos valores simbólicos?

J.R.: Para dejar una huella que cambie la forma como los colombianos ven las cosas no basta una firma, se necesita liderazgo. Y, en mi opinión, no hay liderazgo. Yo llevo un buen tiempo estudiando la historia del paramilitarismo y sé que fue impulsado en parte por la antipatía y el odio a las Farc, a sus secuestros, extorsiones y vacunas. Ningún líder ha sido capaz de eliminar ese odio. Además, la oposición al proceso es enorme. Uribe, el político más popular y carismático del país, es su primer enemigo. Y hay muchos congresistas que se oponen.


SEMANA: ¿Qué país podría ser un modelo de liderazgo para Colombia?

J.R.: A primera vista, yo diría que Sudáfrica. Nelson Mandela dio un ejemplo histórico de liderazgo. Para él la política consistía en manejar símbolos y así, diciendo “¡Somos un país!”, cambió los paradigmas. Pero si uno va más allá de esa genialidad, uno se da cuenta de que los problemas fundamentales no desaparecieron. Es más, han empeorado. En los próximos diez o 20 años todo lo que Mandela alcanzó va a colapsar porque el liderazgo no estuvo acompañado de cambios estructurales.

SEMANA: ¿El caso es más bien una advertencia para Colombia?

J.R.: Sí, enorme. Mandela promovió la reconciliación, pero no hizo mucho para solucionar lo estructural. Hoy la inequidad es mayor que en 1994. El promedio de salarios de los negros es menor, el desempleo es mayor y la segregación sigue presente. Los blancos andan en carro y los negros en bus o a pie. Los blancos viven cómodamente, mientras que los negros colman los townships, atienden en los restaurantes, limpian los baños y sirven en las casas. Colombia debe ocuparse ya de los problemas sociales y la desigualdad para no caer en esa misma situación.


SEMANA: ¿Cómo ve el futuro del país?

J.R.: En Colombia hay cambios, pero lentos. La Constitución de 1991 fue uno. Otro fue el ‘no’ de la Corte Constitucional a la segunda reelección. ¿Qué otro país de América Latina habría sacado a Uribe del poder? Sin embargo, en 20 años las cosas no van a haber avanzado mucho pues nadie tiene la fórmula para quebrar el poder tradicional. 

Antanas Mockus lo intentó, pero su obra se vino abajo. Políticos como Sergio Fajardo quieren cambiar las cosas mostrando que se puede ser popular con buenas políticas y transparencia, pero habrá que ver si logra institucionalizar sus ideas. Colombia me hace pensar en James Madison, uno de los padres de la Constitución estadounidense, que escribió: 

“Si los hombres fueran ángeles, no se necesitaría de un gobierno. Si los ángeles gobernaran a los hombres, tampoco se necesitarían controles externos o internos”. Los problemas llegan cuando los gobiernos son aquellos de “hombres sobre hombres”. Y Colombia no ha podido solucionar este problema. Estoy seguro de que si Madison hubiera conocido a La Gata, habría dicho: “Si las personas fueran ángeles…
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ToTomado de:
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jueves, 15 de agosto de 2013

Tener una semilla es un delito: la nueva dictadura alimentaria Por Dharmadeva


Hace ya décadas estaba pronosticado que llegaría el momento en que tener una semilla sería un crimen. Parecía ciencia ficción imaginar que un campesino no podría guardar semillas para la próxima cosecha, como lo había venido haciendo por milenios. Sin embargo, es un hecho.


Después de la firma del TLC con los Estados Unidos y de la expedición de normas como la Resolución 970 del ICA, la Policía Nacional, siguiendo las instrucciones de los funcionarios del ramo azuzados por las multinacionales dueñas de las semillas, ha comenzado a maltratar a campesinos y agricultores, a arrojar toneladas de comida al basurero y a penalizar a quienes no sirvan los intereses de los nuevos dictadores de la alimentación. El documental de Victoria Solano en youtube, que me impulsó a escribir esta columna, es una denuncia aterradora. Si el campesino enfrenta el monopolio de las corporaciones y guarda sus semillas «patentadas», se va para la cárcel o paga enormes multas. Estamos en las manos de las multinacionales y de lo que quieran meternos a la boca, a los precios que quieran.
 
Nuestros dirigentes, ciegos codiciosos, optaron por proteger una docena de semillas extranjeras genéticamente modificadas antes que proteger el patrimonio de miles de semillas que habían sido descubiertas o adaptadas y amadas por siglos en América. Y nunca les contaron a los campesinos que esto les sucedería a menos de un año de la firma del TLC, ni los prepararon para la catástrofe.
 
Y después pretendemos que haya paz en un país que deja a sus cultivadores en la inopia. Un exembajador con rabo de paja se atreve a decir que «Hay actores que sueñan con una Colombia sujeta a un modelo económico arcaico que impondría restricciones que limitarían severamente el desarrollo agropecuario». Ese modelo “arcaico”, sin embargo, ha logrado en la historia de la agricultura cientos de miles de semillas que los neoliberales querrían convertir en tres o cuatro: maíz de los matones de Monsanto, arroz, algodón y soya de Syngenta o Dupont. Con estas simientes y sus inseparables agrotóxicos, quisieran sembrar sus tierras de la altillanura, como le está pasando a la «República Unida de la Soja» en el Cono Sur. Nunca la humanidad había arrojado al agua y a las tierras tantos venenos juntos, ni deforestado así las selvas en nombre del “desarrollo agropecuario”.
 
Y esta sacrílega manera de patentar la vida se escuda en la mentira que nos venden de la seguridad alimentaria. Los medios se encargan de seguir diciendo que las nuevas semillas «mejoradas» dan más rendimiento y podrán alimentar a la creciente población del mundo. Pero estudiando la revolución verde vemos que la aseveración es falsa y hay granjas de agroecología que demuestran que rinden más las semillas colectivas logradas a pulso por los conocedores de la tierra y sus frutos en milenios de trabajo con la tierra, que las semillas privadas de los nuevos dictadores. ¡Hay que pelear de nuevo por las semillas libres!

Tomado de:
http://www.elespectador.com/opinion/tener-una-semilla-un-delito-nueva-dictadura-alimentaria-columna-439703

martes, 25 de junio de 2013

Nuestro nueva pagina. www.puertobogotahoy1.blogspot.com

Estimados Amigas y Amigos, a raíz que en esta pagina no se pueden subir más fotografías, sino texto, hemos abierto otra pagina, la cual usted puede consultar y ver las fotografías a partir de finales del 2012., y las del 2013.

www.puertobogotahoy1.blogspot.com

Aunque nuestras paginas ya  tienen amplio reconocimiento en la web, puedes ingresar por ....Google....., solo escribiendo puertobogotahoy1
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Gracias por visitarnos

Tiberio Murcia Godoy
Administrador

La educación que tenemos roba a los jóvenes la conciencia, el tiempo y la vida

Cuando uno escucha a este psiquiatra chileno de 75 años da la sensación de estar frente al Jean-Jacques Rousseau de nuestro tiempo.
Cuenta que estaba bastante dormido hasta que en los años 60 se fue a vivir a EE.UU., allí fue discípulo de Fritz Perls, uno de los grandes terapeutas del siglo XX y formó parte del equipo del Instituto Esalen en California. Allí tuvo grandes experiencias en el mundo terapéutico y en el mundo espiritual. Contactó con el sufismo y se convirtió en uno de los introductores de Eneagrama en occidente. También bebió del budismo tibetano y el zen.
Claudio Naranjo ha dedicado su vida a la investigación y a la docencia en Universidades como Hardvard y Berkeley. Ha fundado el programa SAT, una integración de la terapia Gestalt, el Eneagrama y la Meditación para enriquecer la formación de profesores. En este momento está lanzando un aviso muy contundente: o cambiamos la educación o este mundo se va a pique.
-Dices que para cambiar el mundo hay que cambiar la educación ¿cuál es la problemática de la educación y cuál es tu propuesta?
-La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización. Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser.
La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida.
El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona.
-¿Cómo sería una educación para que seamos seres completos?
-La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por si misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mi me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda.
-¿Cuándo hablas de espiritualidad y de mente profunda a qué te refieres exactamente?
-Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido. Tampoco es la educación de valores porque la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual.
La educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente.
Lo terapéutico tiene mucho que ver con devolverle a la persona la libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos. El mundo civilizado es un mundo domesticado y la enseñanza y la crianza son instrumentos de esa domesticación. Tenemos una civilización enferma, los artistas se dieron cuenta hace mucho tiempo y ahora cada vez más los pensadores.
-A la educación parece solo interesarle desarrollar la parte racional de la gente ¿Qué otras cosas podrían desarrollarse?
-Yo pongo énfasis en que somos seres con tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual), corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). La civilización está íntimamente ligada por la toma de poder por el cerebro racional. Con el momento en que los hombres predominaron en el dominio político, unos 6000 años atrás, se instaura esto que llamamos civilización. Y no es solamente el dominio masculino ni el dominio de la razón sino también de la razón instrumental y práctica, que se asocia con la tecnología; es este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en orden y coordinados. Desde mi punto de vista necesitamos una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón.
Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia.
La clase política no está dispuesta a apostar por la educación.
-La educación nos sumerge en un mar de conceptos que nos separan de la realidad y nos aprisiona en nuestra propia mente ¿Cómo se puede salir de esa prisión?

-Es una gran pregunta y es una pregunta necesaria en el mundo educacional. La idea de que lo conceptual sea una prisión requiere una cierta experiencia de que la vida es más que eso. Para uno que ya tiene el interés en salir de la prisión de lo intelectual, es muy importante la disciplina de detener la mente, la disciplina del silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales: cristianismo, budismo, yoga, chamanismo… Parar los diálogos internos en todas las tradiciones de desarrollo humano ha sido visto como algo muy importante. La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación quiere encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación conceptual forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. Es muy importante, por ejemplo, la belleza. La capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción. No tiene que ver necesariamente con una religión o con un sistema de creencias. Es una parte importante de la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se construye y se urbaniza.
-Precisamente quería preguntarte tu opinión sobre la crisis ecológica que vivimos.
-Es una crisis muy evidente, es la amenaza más tangible de todas. Se puede prever fácilmente que con el calentamiento de la Tierra, con el envenenamiento de los océanos y otros desastres que están pasando, no vamos a poder sobrevivir tantas personas como las que somos ahora.
Estamos viviendo gracias al petróleo y consumimos más recursos de los que la tierra produce. Es una cuenta atrás. Cuando se nos acabe el combustible será un desastre para el mundo tecnológico que tenemos.
La gente a la que llamamos más primitiva como los indígenas tienen una forma de tratar a la naturaleza que no viene del sentido utilitario. En la ecología como en la economía y otras cosas, hemos querido prescindir de la conciencia y funcionar sólo con argumentos racionales y eso nos está llevando al desastre. La crisis ecológica sólo puede pararse con un cambio de corazón, verdadera transformación, que sólo la puede dar un proceso educativo. Por eso no tengo mucha fe ni en las terapias ni en las religiones. Solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta.
-¿Podríamos decir que has encontrado un equilibrio en tu vida a esas alturas?
-Yo diría que cada vez más, aunque no he terminado el viaje. Soy una persona que tiene mucha satisfacción, la satisfacción de estar ayudando al mundo en el que estoy. Vivo feliz, si se puede ser feliz en esa situación trágica en la que estamos todos.
-Desde tu experiencia, tu trayectoria y tu madurez, ¿cómo procesas el hecho de la muerte?
-En todas las tradiciones espirituales se aconseja vivir con la muerte al lado. Hay que hacerse a esa evidencia de que somos mortales y creo que el que toma la muerte en serio no será tan vano. No tienes tanto miedo a cosas pequeñas cuando hay una cosa grande de la cual preocuparte más. Yo creo que la muerte sólo puede superarla uno que en cierto modo muere antes de morir. Uno tiene que morir a la parte mortal, a la parte intrascendente. Los que tienen suficiente tiempo y vocación y que llegan suficientemente lejos en este viaje interior se encuentran tarde o temprano con su verdadero ser. Y ese ser interior o ese ser lo que uno es, es algo que no tiene tiempo y que le da a una persona una cierta paz o un sentido de invulnerabilidad. Estamos muy absortos en nuestra vida cotidiana, en nuestros pensamientos de alegría, tristeza, etc… No estamos en nosotros, no estamos atentos a quien somos. Para eso necesitamos estar muy en sintonía a nuestra experiencia del momento. Esta es la condición humana, estamos viviendo hacia el pasado y el futuro, el aspecto horizontal de nuestra vida. Pero poco atentos a la dimensión vertical de nuestra vida, el aspecto más alto y más profundo, eso es el espíritu y es nuestro ser y la llave para acceder es el aquí y ahora.
A veces vamos en busca del ser y a veces nos confundimos en la búsqueda de otras cosas menos importantes como la gloria.
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Más información sobre Claudio Naranjo en
http://www.fundacionclaudionaranjo.com
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Tomado de:

jueves, 9 de mayo de 2013

Miles de personas se manifiestan en España contra los recortes en educación


Las protestas han reunido a padres, profesores y alumnos, muchos vestidos con la camiseta verde, símbolo de la oposición a los recortes.



Miles de personas se manifestaron este jueves en España, especialmente en Madrid y Barcelona, para protestar contra los recortes y la reforma educativa que prepara el gobierno conservador español, coincidiendo con un día de huelga de la comunidad educativa.
"No a la LOMCE (la nueva ley de educación, ndlr), no a los recortes, no a las contrarreformas educativas", se podía leer en la pancarta que abría la marcha que recorrió el centro de Madrid desde la plaza de Neptuno hasta la sede del ministerio de Educación.
Las protestas han reunido a padres, profesores y alumnos --muchos vestidos con la camiseta verde convertida en símbolo de la oposición a los recortes y la reforma educativa--, que exhibieron pancartas en las que se puede leer "Quieren más burros, no un pueblo culto" o "El PP deseduca".
Las manifestaciones son la culminación de un día de huelga en la comunidad educativa que ha sido secundada al 70%, según los sindicatos, y al 20%, según el gobierno.
"Tenemos menos presupuesto y te lo van recortando mas. Hay menos profesores y más alumnos, la ratio sube...", dice a la AFP Fernanda González, profesora de inglés de educación secundaria de 39 años.
"Lo que hay que hacer es más profesores, más apoyos en los institutos públicos, más medios y un gobierno que apueste por la educación pública y no por la privada y la concertada", afirmó Tohil Delgado, secretario general del Sindicato de Estudiantes.
La nueva ley del ministro José Ignacio Wert prevé la posibilidad de aumentar el número de alumnos por aulas e incrementar las horas lectivas. Además da más poder al Estado sobre los contenidos frente a las regiones y adelanta la separación de los alumnos según su itinerario académico, entre otras medidas, lo que ha provocado su rechazo.
A ello se unen las subidas de tasas en la universidad, fruto de los recortes sufridos en el sector como consecuencia del esfuerzo de austeridad que lleva a cabo el gobierno español para sanear las cuentas del país, que ha soliviantado a la comunidad universitaria.
El ejecutivo prevé una reducción de 3.000 millones de euros anuales en los gastos de educación, un sector que gestionan las regiones españolas.
Por: AFP.
Tomado de


miércoles, 3 de abril de 2013

La necesidad de jugar Por Francisco Cajiao







Los niños necesitan jugar. Es la única actividad seria que hacen, ya que de sus juegos surgen los aprendizajes que les permitirán desarrollar sus capacidades.

Hace más de veinte años, siendo rector de un colegio, un padre de familia me dijo que había conseguido un preescolar donde su hijo de 5 años asistiría después de la jornada que le ofrecíamos. Al preguntar sobre la decisión que sometía al niño a una fatiga adicional me respondió que allá sí le enseñaban cosas importantes en vez de jugar todo el día, como ocurría en nuestra institución.
Todavía hoy escucho el mismo argumento por parte de educadores que trabajan en jardines, para justificar las actividades que les programan a los pequeñitos de 3 y 4 años. Dicen que no pueden ir contra los padres, que esperan que sus niños aprendan pronto a leer y escribir, que hablen otro idioma y que se destaquen como candidatos viables para los colegios grandes, que los someten a exámenes de admisión inconcebibles para cualquiera que haya leído medio libro de psicología.
Los niños necesitan jugar. De hecho, es la única actividad seria que hacen, ya que de sus juegos surgen los aprendizajes que les permitirán desarrollar sus capacidades físicas, emocionales, sociales e intelectuales. A través del juego aprenden a controlar sus cuerpos, a descubrir el mundo que los rodea, a establecer normas, a usar el lenguaje para denominar las cosas y expresar lo que piensan y sienten.
Más adelante, la ciencia, la literatura y el arte seguirán alimentados por las características de los juegos iniciales, donde pueden expresar libremente sus intereses y ponerlos en escena durante los primeros años de vida y escolaridad.


Johan Huizinga escribió un extraordinario tratado sobre el juego, titulado Homo ludens, en el cual señala que la verdadera fuente de la cultura se origina en la actividad lúdica, que desde la primera infancia se proyecta a lo largo de toda la existencia en las actividades más variadas de la vida humana. También Piaget dedica una importante parte de sus estudios al juego, tanto en el desarrollo del pensamiento simbólico como en el desarrollo del juicio moral.
Sin embargo, y a pesar de todo lo que el siglo XX aportó al desarrollo infantil, se siguen viendo por todas partes jardines de infancia donde los niños están sometidos a la quietud y el silencio, tratando de aprender lo que no les gusta, no les interesa y aún no están preparados para realizar. Niños que no juegan, no hablan y no se mueven seguramente fracasarán después en una escuela que tampoco escucha lo que a través de sus actitudes y sus juegos quieren expresar.
Nuestro atraso educativo se inicia por la desatención al desarrollo de la primera infancia, que no se reduce a faltas de cobertura, ya muy graves, sino por la falta de preparación de quienes se ocupan de este grupo de población. Quienes atienden a los niños más pequeños deberían ser los mejor preparados, capaces de identificar oportunamente las características de aprendizaje individuales y las dificultades que, atendidas a tiempo y con idoneidad, salvarían a miles de pequeños del fracaso escolar.
Que los niños pasen tres o cuatro años explorando su entorno, aprendiendo a desarrollar sus propias iniciativas, conversando, corriendo, dibujando libremente es la mejor garantía de un desarrollo adecuado a partir de los 6 y los 7 años. Pero pareciera que tenemos mucha prisa de que lean a los 5, para que no vuelvan a leer jamás. Que sumen y resten a los 6, que hablen inglés a los 3, que hagan tareas desde los 2... y que luego se sumerjan en el letargo silencioso de la apatía intelectual.
Hace poco circuló por ahí la idea de establecer un grado adicional de educación media, porque terminan muy jóvenes el bachillerato. Pero ese año adicional podría estar al comienzo, decretando el derecho a jugar hasta los 6 años como actividad primordial. Y claro, creando los ambientes y preparando a quienes puedan acompañar ese juego de manera apropiada.

Francisco Cajiao
fcajiao11@gmail.com

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Tomado de:
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/franciscocajiao/la-necesidad-de-jugar-francisco-cajiao-columnista-el-tiempo_12711850-4

domingo, 24 de febrero de 2013

Los peligros de los préstamos gota a gota


Los llamados prestamistas informales conocidos popularmente como “gota a gota” o “agiotistas” están cobrando intereses en los préstamos que alcanzan hasta el 20% mensual. Un ejemplo de la vida real es la mejor prueba para corroborarlo.

Negocio en quiebra

Marta y Carlos, una pareja de esposos que no superan los 35 años de edad iniciaron desde hace dos años como trabajadores independientes con una frutería.

La inversión inicial se hizo con un dinero de una herencia, luego se sumaron otros gastos correspondientes a arriendo, pagos de servicios públicos, impuestos e insumos de materia prima para mantener el negocio por lo que tuvieron que buscar recursos adicionales.

Los dos negociantes decidieron no buscar alternativas formales para financiarse y acudieron a un prestamista gota a gota, luego a otro, después a uno más hasta que llegaron a tener hasta cinco personas a las que diariamente tenían que entregarles la cuota diaria. Su negocio ahora está en riesgo de desaparecer.

Los riesgos


El resultado según los mismos protagonistas de esta historia ha sido el de pagar intereses del 20% mensual sin importar el monto prestado.

Para un crédito de $500.000 deben devolver $600.000 en una cuota diaria de $60.000 , lo que significa que el interés diario es del 2%, el mensual de 73% y el anual llega a la increíble cifra del 70.780%.

Es una proporción importante de los ingresos diarios del negocio que se van en el pago de la deuda, lo que no les permite hacer un ahorro o una inversión pronta para el negocio.

Depender de esa modalidad de crédito les ha impedido adquirir un préstamo en una entidad financiera donde tendrían la posibilidad de abrir una historia crediticia y donde se pactan pagos mensuales y no diarios con una tasa de interés menor lo que les permitiría tener dinero disponible para invertir en el negocio en el mediano plazo y aumentar la rentabilidad.

En síntesis, los préstamos gota a gota les ha generado una dependencia constante porque las ganancias del negocio van al pago de intereses y al pago de la cuota diaria, nunca hay el suficiente dinero por lo que siempre necesitan más.

Recomendaciones


Antes de solicitar un préstamo indague y compare varias alternativas de financiamiento, especialmente del sector formal.

Si es dueño de una mediana o pequeña empresa tiene la opción de solicitar un microcrédito.

Pida asesoría de un experto para que le indique cuál es la tasa de usura (máximo de interés que se puede cobrar en un crédito con una entidad formal), para entender la realidad y el abuso de los prestamistas particulares.

En el sistema penal, los prestamistas informales son referenciados como ilegales y solicitar créditos por esa vía puede ser considerado como un delito.

Ilustración del préstamo gota a gota


Vamos a suponer que el préstamo se hace a diez día para demostrar los altos intereses que alcanza.


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               500.000
         600.000
 Tasa diaria
2%
 Tasa mensual
73%
 Tasa anual
70780%






                                             

























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http://www.cuadresubolsillo.com/maneje-sus-deudas/articulo/los-peligros-prestamos-gota-gota/6973













viernes, 18 de enero de 2013

LinK Consejo Académico, reunido durante los días 15,16 y 17 de enero del 2013 (Conformación del mismo)

Para observar las actividades que estamos desarrollando favor utilizar el siguiente link.

http://puertobogotahoy1.blogspot.com/2013/01/comite-academico-reunido-durante-los.html

o ingrese directamente a.

http://puertobogotahoy1.blogspot.com/

Link Semana de desarrollo institucional. Enero 15, 16 y 17 (Ademas listado de directores de grupo), y turnos de acompañamiento

Para enterarse de los que estamos desarrollando favor utilizar el siguiente link

http://puertobogotahoy1.blogspot.com/2013/01/semana-de-desarrollo-institucional.html

o ingrese directamente a:

http://puertobogotahoy1.blogspot.com/

martes, 15 de enero de 2013

Secretaría de Educación 7.290 TABLETAS DIGITALES PARA LOS NIÑOS Y NIÑAS DE SEXTO Y SÉPTIMO GRADO DEL DEPARTAMENTO DE CUNDINAMARCA


Lo importante es mirar el futuro y  trazar desafíos que nos lleven a la mejora continua y a la garantía de un servicio educativo con calidad, que implica: el respeto por las diferencias académicas de los estudiantes y la implementación de las prácticas pedagógicas innovadoras y lúdicas.
Piedad Caballero Prieto



(Bogotá D.C; 3 de enero de 2013) Niños y niñas de los grados sexto y séptimo de las instituciones educativas oficiales de 27 municipios no certificados de Cundinamarca, iniciarán el año escolar 2013 con Tabletas Digitales para apoyar sus procesos pedagógicos, dando cumplimiento a uno  de los objetivos del Plan de Desarrollo“Cundinamarca Calidad de Vida”, que tiene como objetivo principal disminuir la brecha de pobreza de acceso a la información de los estudiantes a través de la masificación del acceso a las TIC y el desarrollo de redes de aprendizaje.
Gracias a la exitosa participación del departamento de Cundinamarca en el Concurso Regional de Tabletas para Sedes Educativas Oficiales - “Estrategia para la apropiación pedagógica de dispositivos móviles digitales en entornos educativos”, 27 municipios fueron favorecidos con 7.290 Tabletas Digitales, mediante el contrato interadministrativo No. 148-12, suscrito entre la Secretaría de Educación de Cundinamarca y Computadores para Educar.
De las 7.290 Tabletas que se obtuvieron, la gobernacion departamental a través de su Secretaría de Educación, compró 1.320 por un valor de 514 millones de pesos y el programa Computadores para Educar los restantes 5.970 dispositivos móviles.
“Esta es una de las estrategias que está implementando la Secretaria de Educación para  brindar una educación de calidad a las diversas poblaciones impulsando el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, como una herramienta que les ayudará a resolver problemas de distancia, dispersión y condiciones geográficas adversas, que en ocasiones alejan algunas comunidades del departamento de los centros de desarrollo, este es un compromiso del Sr. Gobernador y la Secretaría de Educación con el que fortaleceremos la educación con programas, contenidos y el diseño de proyectos que involucren  a los estudiantes y a sus familias” manifestó  la Dra. Piedad Caballero.

Computadores para Educar es un programa social del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que contribuye a la disminución de la brecha digital mediante el uso e implementación de las TIC en las sedes educativas públicas de todo el territorio nacional.
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Tomado de:
http://www1.cundinamarca.gov.co/gobernacion/VisorNoticias.aspx?idnoticia=3823

sábado, 12 de enero de 2013

La antropología en crisis Por Vivian Scheinsohn


Con una visión crítica, el especialista británico denuncia que esta ciencia no forma parte de debates importantes, y sostiene que “debería mirar al futuro a Través de la lente del pasado”, ser “especulativa y no sólo una disciplina empírica”.



Mientras que en el ámbito de las ciencias sociales las escuelas y teorías se multiplican, el antropólogo británico Tim Ingold parece responder sólo a sí mismo. Difícilmente clasificable en una corriente en particular, sus aportes teóricos a la antropología lo convierten en una figura insoslayable. Profesor de Antropología Social en la Universidad de Aberdeen (Escocia), Ingold estuvo en Buenos Aires a fines de 2012, dictó una conferencia en la Universidad Nacional de General San Martín y también viajó a Córdoba donde dictó un curso en el Museo de Antropología de la Universidad de Córdoba.
Ambientes para la vida. Conversaciones sobre humanidad, conocimiento y antropología es el título de su único libro traducido al español.
Sobre el papel de la antropología en el presente y en el futuro, en Europa y en América Latina, dialogó con Ñ .
¿Qué definición le cabe a la antropología en esta época y en este contexto?
Tenemos que movernos más allá de la idea de que la antropología estudia las culturas. Necesitamos pensarla como una disciplina especulativa, que mira las posibilidades y potencialidades de los seres humanos. Por eso, según mi definición, es una filosofía que incluye a la gente. No es sólo pensar cómo fue o es la vida humana en ciertos lugares o momentos sino cómo podría ser, qué tipo de vida podríamos vivir. La antropología debería mirar al futuro a través de la lente del pasado. Debe ser especulativa y no sólo una disciplina empírica.
¿Y entonces qué distingue a la antropología del resto de las ciencias sociales?
Puede pensarse en las ciencias sociales como conformando un paisaje donde cada disciplina es definida por el lugar donde se ubica. Se puede ver entonces que la antropología está hablándole a los sociólogos, a los historiadores, a los lingüistas. Si se toma la sociología, los sociólogos le están hablando a los antropólogos, a los historiadores, pero también a los economistas o a los historiadores del derecho, a los cuales la antropología no les habla. Entonces vemos diferentes lazos con diferentes disciplinas. Todas están conectadas pero ocupan diferentes posiciones en este paisaje. El ambiente de la investigación puede definirse como ese paisaje, con diferentes colinas o montañas donde están la antropología, la sociología, etcétera. Se puede ir de una a la otra sin cruzar ningún límite en particular. El punto es que cada disciplina no es más que un grupo de gente haciendo cosas y conversando. A esa conversación se une mucha gente, cada uno con su propio campo de referencia, en términos de a quiénes leyeron, dónde estuvieron, en que país estudiaron. Por eso no creo que se pueda hablar de disciplinas como si fueran una suerte de supraorganismo. Las ciencias sociales sólo se distinguen entre sí por las conversaciones que tuvieron. Y eso es lo divertido: que todos traemos algo diferente a esa conversación. Y nunca se sabe qué va a salir de eso.
Sin embargo, esa conversación interdisciplinaria no parece funcionar del todo bien. A veces, ciertas disciplinas parecen jugar su propio juego y eso hace que ciertos temas que fueron largamente debatidos en una disciplina sean redescubiertos en otra.
Sí, y eso es extremadamente problemático. Los antropólogos del Reino Unido tenemos problemas para hablar con las ciencias políticas. También tenemos un problema similar con la psicología, donde hoy se dan por sentado supuestos que nosotros deconstruimos hace tiempo. Y esto no sólo afecta a las ciencias sociales. Por ejemplo los biólogos comenzaron a darse cuenta de que la teoría dar-winiana estándar no era suficiente como para explicar la cultura. Entonces ahora aparece la Teoría de la Construcción de Nicho, es decir, la idea de que los humanos son animales que continuamente están construyendo su nicho y que los efectos de esa construcción condicionan la forma en que las futuras generaciones viven. Pero están reinventando la pólvora. Esa idea está bien establecida en antropología desde hace tiempo. Lo único que agregaron es la formalización. Lo hacen de una manera matemática de modo que la gente del ámbito de las ciencias naturales pueda entender esa idea y respetarla. No están preparados para entender o respetar una teoría si no está planteada de esa forma. No es tanto una nueva teoría, entonces, sino una traducción a un nuevo lenguaje de algo que ya sabíamos hace tiempo. Por eso que pienso que una de las principales tareas de la antropología es demostrar que hay formas distintas de ver las cosas, diferentes a lo que hoy es corriente en economía o en psicología. En ese sentido la antropología es una disciplina antidisciplinaria ya que está contra la idea de que todo el terreno del conocimiento puede dividirse en diferentes países, que estudian diferentes disciplinas. Además, la antropología es totalmente antiacadémica. Nos apoyamos en el mundo académico para existir pero siempre desafiando el modelo académico de producción de conocimiento. La antropología nos dice todo el tiempo que la gente con la que trabajamos es la que conoce lo que pasa, que deberíamos aprender de ellos.
Usted fue uno de los primeros en criticar la separación que se hizo a lo largo de la historia entre naturaleza y cultura. Este es un debate que se está dando ahora en otras disciplinas, fuera de la antropología. Y si bien hay un acuerdo respecto de que hay que superar esa división no parece existir un acuerdo hacia dónde se dirige esa alternativa, ¿Cuál sería su propuesta?
Mi propuesta es procesual, relacional y vinculada con el desarrollo o crecimiento. Los conceptos de naturaleza y cultura son sustantivos. Tendemos a pensar en el mundo como algo que ya existe de entrada. Pero en vez de esto, supongamos que el mundo del que hablamos es un mundo que se está haciendo todo el tiempo, que no es nunca el mismo de un momento al otro. En cada momento este mundo se esta revelando, desarrollando. Tenemos entonces que pensar en términos de verbos, más que de sustantivos, como algo que se está convirtiendo en lo que es. Y entonces podemos pensar en las formas que vemos como surgiendo de ese proceso. Por ejemplo, el biólogo supone que la forma ya está prefigurada en el ADN de un organismo y la única cosa que hace la vida es revelar esa forma. La alternativa que propongo es pensar que esas formas de vida, de organismos, de artefactos, son patrones emergentes que surgen de un proceso de desarrollo o crecimiento que se está llevando a cabo de manera continua. Las formas surgen del proceso que les da lugar. Hay que empezar a hablar de desarrollo entonces.
¿Habla del desarrollo a nivel de los individuos o de los grupos?
No veo que haya individuos versus grupos. El organismo es un lugar en un campo de relaciones. Volvamos otra vez al paisaje: se puede tomar un lugar dentro de ese paisaje y ese lugar estará creciendo, se estará desarrollando: eso es el organismo. Tenemos que dejar de pensar en individuos y grupos y comenzar a pensar en posicionalidad, en lugares o puntos en un campo de relaciones. Eso es lo que me satisface de la Teoría de los Sistemas de Desarrollo, que permite pensar en esos términos. Por ejemplo, normalmente se piensa en las habilidades como transmitidas de una generación a la otra. Para mí, nada se transmite. Las habilidades crecen de nuevo, se recrean con cada generación. Lo que una generación contribuye a la siguiente son los contextos de aprendizaje en los cuales los novicios pueden redescubrir por ellos mismos lo que sus predecesores ya conocían. Vamos a un ejemplo: supongamos que hay un granjero que tiene una granja y que muchas generaciones después sus descendientes siguen cultivando esa granja. La gente que se enmarca dentro de la Teoría de Construcción de Nicho diría que ese es un ejemplo de herencia ecológica, ya que el primer granjero creó un nicho y se los pasó a sus descendientes. Pero la realidad es que esa tierra cambió. En un sentido legal se puede decir que el descendiente heredó la tierra pero en un sentido práctico el descendiente trabaja esa tierra y la mantiene productiva gracias a su trabajo. Así seguramente usó técnicas totalmente distintas a las que usaba su abuelo. Y descubrió las cosas que conocía su abuelo pero al mismo tiempo descubrió cosas nuevas. El trabajo de una generación armó las condiciones del trabajo de la siguiente. Y eso no es otra cosa que la historia. Lo cual nos lleva a que hay que romper la división entre historia y evolución. No podemos tener una teoría en historia y otra en evolución. Necesitamos una teoría general de la evolución que se enfrente al darwinismo, como hizo la teoría de Einstein respecto de la de Newton. La física newtoniana sirve, funciona, pero sabemos que no es del todo correcta y que el universo no funciona exactamente así. Lo mismo pasa con el paradigma darwiniano: funciona la mayor parte del tiempo pero en lo que respecta a la historia humana no es exactamente así. Necesitamos una teoría para la cual el darwinismo sea un caso especial.
En el mapa académico usted no parece una figura fácilmente clasificable. ¿Usted, cómo se definiría?
Bueno es gracioso porque yo siempre me pensé como un antropólogo. Siempre pensé que la antropología es la única disciplina que puede unir a las ciencias naturales y a las humanidades, de una forma que no sea reduccionista y sin sacarlas de la realidad, sino comprometida con ella. Pero fui en esa dirección y al hacerlo me alejé cada vez más de la antropología tal como se practica hoy. Creo que eso habla también de lo que le pasó a la antropología en estos últimos tiempos: por lo menos en Gran Bretaña: está fuera de los debates importantes. En los debates que se escuchan en los medios, uno ve historiadores, psicólogos, biólogos pero no se ven antropólogos. Están por fuera de todas las grandes preguntas: qué significa ser humano, los problemas ambientales, etcétera. Los antropólogos tienen cosas terriblemente importantes para decir sobre eso pero, en cambio, se escuchan a los economistas o psicólogos difundiendo malentendidos que nos llevará años corregir. Esto no es enteramente culpa de los antropólogos, porque la popularización de la ciencia en los medios depende de una fórmula particular. Si se trabaja en publicidad hay que ser muy consciente de lo que la gente quiere o piensa, darle un giro y venderlo bajo una nueva forma. La popularización de la ciencia hace exactamente eso. Toma lo que la gente piensa, le da un nuevo enfoque y se lo ofrece de nuevo al público diciéndole que es el último adelanto en investigación científica. Obviamente los antropólogos no están preparados para jugar ese juego. La antropología trabaja para poner todas las certezas en cuestión. Y eso a la gente no le gusta. Por eso a la antropología le resulta difícil venderse sin comprometer sus principios. Pero tampoco me parece bien que se hayan abandonado las grandes preguntas. Para despertar algún interés, la antropología debería hacerse esas preguntas. La disciplina está sufriendo una cierta crisis de confianza, posiblemente relacionada con un ambiente académico inseguro: no hay muchos puestos laborales y por eso los estudiosos se ocupan de los temas pequeños, tratando de sobrevivir enfatizando el tema que sienten que los hace diferentes. Y eso no es una buena estrategia si querés salir al ruedo público y hacer ruido.
¿Qué nota de distinto entre la antropología británica y la que se hace en los distintos países de Latinoamérica?
Durante esta visita me encontré con gente de la Universidad de San Martín y fue muy interesante porque, por un lado la antropología que ellos están enseñando es una antropología social muy tradicional, la que me era familiar en los sesenta, cuando era estudiante. Pero ellos me dicen que esa antropología significa algo muy diferente en la Argentina. Porque aquí la antropología política se compromete con las peleas que se están dando en el país mientras que en Gran Bretaña la antropología política está desconectada de la vida política de la nación. Otro es el caso de Brasil: están muy influenciados por Francia y Norteamérica pero son lo suficientemente fuertes, ingeniosos y poderosos como para desarrollar sus propias aproximaciones. Del resto de Latinoamérica no puedo hablar demasiado.
Finalmente, ¿cuál es el papel que tiene la antropología en esta época?
Todas las disciplinas tienen subidas y bajadas. Hay momentos en que algunas son muy poderosas y llevan la delantera a las demás. En los años 50 y principios de los 60 la antropología iba a la vanguardia. Los antropólogos británicos eran líderes entre los intelectuales: Edmond Leach, Evans Pritchard, Raymond Firth, estaban en la radio, escribían en los diarios, eran figuras públicas. Hoy en día eso no pasa y hay otras disciplinas que tomaron la delantera. Creo que ese es uno de los resultados de la tendencia contemporánea de la antropología a retrotraerse dentro de la etnografía y olvidarse las grandes preguntas