La conquista del Estatuto
Único de la Profesión Docente
se concibió como el
objetivo central del Plan de
Trabajo que liderará el Comité
Ejecutivo en el presente
año, en este sentido la construcción
del documento que
recoge muchas de las expectativas
del magisterio en relación
con la estabilidad laboral,
los derechos de carrera
y ascenso, los estímulos e
incentivos para la profesión
y los avances en salario profesional,
derechos y bienestar
social avanza a marchas
forzadas pero sin premuras.
Pese a que el documento ya
cuenta con un articulado
completo y consolidado y
tiene definido la intención y
la filosofía, aún está por precisar
lo que tiene que ver
con las maneras de facilitar
medios para que haya formación
permanente, autoformación
e incentivos para
la investigación y la innovación
pedagógica, discutir
nacionalmente sobre la evaluación
docente, su carácter,
su intención formativa y su
definición como estrategia
para cualificar el ejercicio de
la profesión sin efectos ni
sanciones en la estabilidad
laboral del magisterio e incorporar
las condiciones y
planteamientos para que los
docentes situados laboralmente
al interior de comunidades
étnicas puedan acceder
a las mismas condiciones
de escalafón, ascensos y carrera
de todos los docentes
en el territorio colombiano.
De otra parte se hace necesario
afinar las reglas, los mecanismos,
las condiciones y
las estrategias para los ascensos
por producción académica,
así como los puntajes en
la estructura del escalafón y
su equivalencia salarial.
Es importante mencionar
que a partir de abril el Comité
Ejecutivo de FECODE con
la participación del CEID
Nacional y el equipo jurídico
creará una comisión específica
que se dedicará exclusivamente
a trabajar diariamente
en este proyecto, a fin de
realizar una cuidadosa, concienzuda
y rigurosa revisión
de todo el documento existente.
Aunque a finales de agosto
se espera tener el texto final
del estatuto, antes este deberá
ser divulgado y discutido
ampliamente con las bases
del magisterio, con el objetivo
de obtener una propuesta
que realmente posibilite la
dignificación del docente y
desarrolle una política contraria
a las medidas neoliberales
que han reestructurado
la profesión y precarizado el
rol y las condiciones laborales
de la docencia
TOMADO DE: BOLETIN EL EDUCADOR COLOMBIANO No 21 pág 2.
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